Porque no
son suficientes las razones; la mente no es lo único que domina la voluntad. Ciertamente,
el convencimiento racional es el que origina la decisión de cambiar, y estimula
la voluntad para poder sostener cualquier decisión. Pero yo veo que esto
solamente nos lleva a “cumplir” con gran responsabilidad nuestros deberes. Reconozco
que es necesario tener nuestros pensamientos ordenados en un raciocinio basado
en la verdad y convicción propia, de lo contrario actuaríamos como marionetas,
dirigidos por los pensamientos de otros. Aquí afirmo la necesidad primordial de
tener el convencimiento absoluto de querer cambiar. ¡Pero esto no es
suficiente!
Quedarse en el “actuar correctamente por responsabilidad”, llenándose de obras buenas por puro convencimiento o apariencias, acaba drenando y desgastando las fuerzas y debilitando la voluntad; y pasa que cuando viene la dificultad, si la voluntad se quebranta por la prueba, se termina cayendo en el desanimo y renunciando a la lucha, dándose por vencido por desgaste y cansancio.
Por eso
es necesaria la fe que dirige algo mas trascendente que nuestra razón y es
entendida por el corazón (porque la mente solo es el vinculo, el mecanismo que
conecta nuestro espíritu humano con el Espíritu de Dios). Nuestros sentimientos,
nacen del corazón y son los que dan vida y hacen vibrar al espíritu. Como los
sentimientos se confunden entre el bien y el mal, necesitan a la razón para
ayudarle a discernir y no entregar el corazón al enemigo del alma. ¡Necesitamos
unir cabeza y corazón para que juntos alcancen el equilibrio santo que nos enseña
Jesucristo!
El corazón
que nos dirige hacia el amor pleno, que es impulsado por los sentimientos, esa es la fuerza necesaria para lograr el verdadero cambio. Cuando la mente se agota,
hay un poder superior que impulsa nuestra voluntad con una fuerza impresionante,
la del amor. Es el amor que nos lleva a hacer cosas extraordinarias, como dar la
vida por los amigos. ¡Jesús nos demostró que ese es el amor mas grande! Y esa
es la fuerza que dirige todo el bien y la alegría. El amor nos lleva a hacer
todo con alegría, a entregarnos sin quejas ni disgustos, a dar mas allá de
nuestras fuerzas, a desafiar los límites y traspasar los muros inquebrantables.
¡El amor nos lleva a la victoria porque une nuestra limitada capacidad con el
absoluto poder de Dios que dirige al mundo! Actuar por amor es la solución para
no tener que cumplir nuestros deberes por obligación, ni actuar por pura
responsabilidad, sino a buscar mas allá de los limites; el amor nos lleva a la perfección
humana.
Las
personas que buscan la verdad, ciertamente ya están en el camino correcto, pero
el camino de la razón es limitado y no nos
lleva a descubrir el misterio de la vida. La capacidad racional es limitada
pero encuentra su plenitud en la fe. La fe nos hace trascender los límites y
conectarnos con una inteligencia superior, con la sabiduría divina. Esta fe
tiene que estar puesta en la única verdad que existe, el poder absoluto que
dirige la vida, que es el amor, solamente un ser humano nos ha revelado el
misterio del amor, Jesucristo! El nos manifiesta la verdad absoluta con sus
palabras y sus acciones, porque es uno con el Espíritu de Amor, porque es uno
con el Creador del universo , porque es un solo Dios que permanece inmutable,
una trinidad Santa que nos llama a ser uno en ella.
Es nuestra fe puesta en esta Trinidad de
amor, la que nos lleva a encontrar la verdadera paz y armonía interior, la
verdadera unidad de nuestros pensamientos con los sentimientos, la verdadera
unidad de mente, cuerpo, emociones y espíritu. Solamente cuando podemos
encontrar la razón del corazón, podremos dirigir nuestra voluntad para que no
tenga liimites!
Encontrar
la fuerza del amor en nuestro interior nos conecta con el poder divino, solo en
Cristo podemos alcanzar esa unión, porque el es quien nos revela la única verdad,
no existe mas! Todo esta revelado en el! El es nuestro limite! El es nuestra
esperanza! El nos une a la vida eterna y el nos une al corazón de Dios, el nos
hace uno a todos porque nos revela esa fuerza que nos una a todo ser humano, El
espíritu de amor, que vive en cada uno esperando el momento en que se disponga
la mente de cada uno para dejar vivir libremente al amor al que hemos sido
llamados!
No hay tristeza mas grande que un ser
humano que cierra las puertas de su corazón, que se hace indiferente al amor y
se olvida que el amor es su única salvación. No hay cosa mas triste que un ser
humano dominado únicamente por su razón, que dirige sus pensamientos hacia si
mismo y se llena de egoísmo, autosuficiencia y orgullo, no hay muerte mas trágica
que pueda comparase a la gran tristeza de un alma que se ha olvidado de amar!
Nuestra
tendencia es de olvidarnos del amor que no conoce limites para encerrarnos en
el conocimiento y la razón que si tienen límites, porque Dios no le ha dado la
total capacidad a nuestro cerebro todavía de comprenderlo todo. Es triste ver
al mundo dirigirse por lo concreto de las leyes físicas olvidándose de la ley espiritual
mas perfecta, que es la del amor.
Necesitamos
despertar al corazón y volver el rostro a Dios para escuchar a Jesucristo que
nos recuerda el amor para corresponderle con una respuesta. EL CORAZON SE
DESPIERTA CUANDO FINALMENTE ES CAPAZ DE DAR UNA RESPUESTA, NO SOLO CON PALABRAS
SINO CON SENTIMIENTOS VERDADEROS; ya sea con un te quiero, te acepto, te
necesito; de la misma manera que le responderíamos a un enamorado. Decirle que
quiero ser como él, que quiero hacer como el, que quiero pensar, sentir, mirar
como él, esa es la oración, esa es la manera de recordar el amor, decírselo de
mil formas, con una canción o con un libro de oración, no importa como, lo que
importa es que se lo diga con mis sentimientos verdaderos.
Con el
anhelo y hambre de El para entregarle mi vida porque encuentro en el todas mis
respuestas, porque el complementa todas mis limitaciones, porque el suple todas
mis necesidades, y el me ayuda a trascender a la unidad son lo eterno, con el
amor pleno que anhela mi alma, porque después de haber explorado todo lo existente
me he quedado con hambre y el amor es lo único que me sacia. Porque en la búsqueda
de felicidad, de sabiduría y perfección nos quedamos cortos hasta que
descubrimos la verdad: existe una fuerza superior que nos revela su amor en lo
creado, en el destino, en el aprendizaje, en la ciencia, en la experiencia de
cada ser humano, en la historia que nos vincula a la humanidad entera, es una
fuerza superior que nos grita con fuerzas que somos una sola cosa y que le
pertenecemos. Es un amor que nos urge a mirarle de frente desde ahora, porque
encontraremos su rostro muy pronto en la muerte! Allá descubriremos que todos
somos la misma cosa y parte de un mismo cuerpo, un cuerpo que esta lleno de células
enfermas aquí en la tierra pero que vive sano y totalmente conciente y amante allá
en el cielo, llegaremos a ver que la imperfección se limita a este mundo y que
seremos llevados a la perfección plena.
Llegaremos
al momento de darnos cuenta que absolutamente nuestro único objetivo aquí en la
tierra es descubrir el amor y completar esa pieza de rompecabezas que formamos
todos juntos en el amor. Darnos cuenta
que nuestra única misión es aprender a dirigir nuestra mente hacia una meta
clara, que nuestra mente logre someterse a la verdad trascendente que el corazón
le revela, aunque no lo entienda.
Que se
someta a la fuerza del amor y que finalmente se haga humilde de reconocer su limitación.
La mente toma como fuerza la soberbia cuando quiere dirigirse sola, cuando se
olvida que nadie puede sobrevivir solo, que necesita una mano que le ayude a
levantarse cuando se le han agotado las fuerzas, cuando comprende que no siempre
podrá dar y que necesitara un tiempo para recibir. Y que recibirá no siempre lo
que espera, sino lo que conviene porque aquel que tiene la sabiduría infinita
nos da lo que conviene! Esta premisa me lleva a mi a la humildad, no tengo nada
propio, le pertenezco a todos porque soy de Dios que es todo en todos!
Bendiciones
Ana Maria
En el principio de este capítulo me enoje con Miedosa que pareciera que se le había olvidado todo lo aprendido y ahora estuviera escuchando a sus parientes y hasta queriendo seguirles los consejos! Era inconcebible que después de tanto se le hubiera olvidado todo. Pero no somos así casi todos? Aquí esta Miedosa aparentemente sin más pruebas caminando por el bosque en una tremenda neblina en un camino relativamente fácil y que pasa? Esta aburrida! Y piensa esto, "comenzó a darse cuenta de que, a pesar de lo cobarde que era, había algo en ella que respondía con una oleada de entusiasmó ante las pruebas y dificultades del camino que ante las circunstancias mejores, mas fáciles y aburridas." Y sigue pensando, "de algún modo los peligros de la tormenta la estimularan; ahora solo había apacibilidad, una simple caminata, seguir avanzando día tras día, incapaz de ver otra cosa que la blanca y pegajosa niebla que envolvía las montañas sin un rayo de sol que la atravesara. Al final, irrumpió con impaciencia: Nunca se va a levantar esta aburrida y triste niebla? Y termina ella con su queja y quien viene? Uno por uno se le aparece resentimiento, amargura y autocompasión a disuadirle que cambie de camino y ella les dice a las guías que deberían considerar sus sugerencias! Me pareció el colmo leer esto. Que paso con la Miedosa de los otros capítulos que peleaba contra los parientes? Después se fue mejorando el capitulo cuando ella por fin canta y ya no oye a los parientes pero se aparece el Pastor y la niebla se desaparece.
ReplyDeleteCuando leí lo que había escrito Ana María entendí porque seguía cayendo Miedosa en las pruebas y desconfiando, el entender, el razonar, y superar las pruebas no nos llevan a cambiar permanentemente. Solo cuando el corazón se abre al amor y ama podremos por fin vencer las pruebas y ser libres para confiar incondicionalmente. Sera entonces cuando llegaremos a tener ESE AMOR PERFECTO QUE ECHA FUERA EL TEMOR (1JUAN4:18). Esta neblina era su prueba, no como las otras pruebas que habían sido exteriores confrontándose con las dificultades del camino pero ahora le tocaba confrontarse con su interior. Ya libre de las distracciones de las pruebas exteriores en la calma del aburrido nebuloso camino, sale su inconformidad, sale su falta de aceptar con gozo, sale su impaciencia, su resentimiento, su amargura y finalmente su auto compasión. En la quietud de la neblina tuvo la bella oportunidad de confrontar lo que ella tenía adentro, que abrumanté realidad pero que realidad más verdadera no solo en Miedosa sino en todo nosotros. Doy gracias a Dios por haber iluminado Ana María con tanta sabiduría y amor para escribir este capítulo a darnos la solución como vencer el aguijón que nos lleva NO HACER EL BIEN QUE QUIERO, SINO HACER EL MAL QUE NO QUIERO (Rom 7:19). Y que se cumpla el deseo de Jesús en nosotros, ABRIR EL CORAZÓN para AMAR!