Capitulo 6 -Rodeo a través del desierto

RESISTENCIA Y DESOBEDIENCIA

    El recorrido que hasta ahora ha hecho Miedosa, ha sido de dudas y tropiezos, muy semejante al de todos nosotros, recurriendo siempre a caer en su misma debilidad, el miedo. Aquí viene una vez mas con la misma tentación. Parecía que había decidido obedecer y confiar en sus guías, cuando ve a lo lejos el desierto y comienza nuevamente su lucha. Su interior le dice: “Tengo miedo y por tanto NO QUIERO IR AL DESIERTO”. Primero que nada, esto se salía de sus planes y segundo, el desierto representa un lugar desafiante y peligroso, que no le resulta atractivo para atravesar. Se rebela nuevamente y quiere hacer su voluntad, cambiar los planes y actuar ella misma como guía.

    En este capitulo trataremos de analizar un poco mas a fondo la personalidad de Miedosa a través de sus reacciones ante la prueba. Ya hemos visto anteriormente como el miedo la ha paralizado y convertido en una persona insegura de si misma. Las personas inseguras tratan de controlar su entorno, de manera que ese control que ejercen les de un poco de seguridad, dentro de sus posibilidades crean un "sistema de control". Hay quien se enfoca en controlar compulsivamente la limpieza o el orden de sus cosas, otros se afanan por estructurar sus actividades en el tiempo escrupulosamente y esto escala al nivel de sus relaciones, queriendo controlar las actividades de los demás; esposo, hijos, amigos, etc., privándoles de su libertad y derechos como persona. Pueden volverse obsesivos en su compulsión y ser tan controladores, que se alteran  y desequilibran cuando las cosas no salen de acuerdo a sus planes; se enojan y manipulan para conseguir que su voluntad se imponga. 

    Aquí vemos un poco de esta actitud en Miedosa; entra en conflicto cada vez que sus expectativas no se cumplen, actuando como una niña caprichosa aferrandose a sus deseos. Pareciera que dice solo de boca para afuera que va a obedecer en todo, pero en cuanto se le da la orden, no le parece. Ella quiere dirigir y poner las reglas porque todavía no se somete a la dirección de nadie.

     Esta resistencia  inmadura e infantil, es propia de los niños y tolerable hasta cierto punto cuando son pequeños; pero nos resulta muy molesta en  los adultos que tienen estas tendencias.  Muchos líderes innatos, presentan esta resistencia a obedecer por su carácter  rebelde, por tanto necesitan  tener personas de carácter  fuerte alrededor que les ayuden poniéndoles limites sanos a su comportamiento inapropiado, ya que pueden convertirse en personas abusivas, manipuladoras y controlantes. Es por eso tan importante que los padres reconozcan la personalidad de sus hijos, para guiarlos y encausarles sus virtudes o  debilidades hacia un sano desarrollo. Tanto el líder que se rebela como el inseguro que se somete, necesitan educarse con una motivación basada en la VERDAD,  la JUSTICIA, y el AMOR, para poder avanzar en el camino correcto y  formar un entorno saludable; así obedecer libremente por convicción y no por obligación.

Es obvio que a Miedosa no se le encausó desde chica a los comportamientos apropiados y seguramente obedecer le causó conflicto siempre, porque fue educada con injusticia, engañada y sin amor. Una vez que el Pastor le motiva, mostrándole la verdad con amor, ella actúa en la justicia y elige lo que le conviene, aunque no le guste.

    Esto me da mucho que pensar sobre la educación que recibimos de nuestros padres o maestros. !Que difícil es para los hijos ser dóciles ante al autoridad, especialmente cuando fueron formados por padres autoritarios!
  Todos reaccionamos de manera distinta ante la imposición de leyes u ordenes de acuerdo a  cuatro tipos de personalidades:  

1-El fariseo, que trata de esforzarse por cumplir para agradar a su autoridad, toma el rol de ser el “bueno”. Pero su afán no es obedecer, sino agradar a los demás. Esta lleno de rabia interior y tiene la tendencia a cumplir las órdenes de la autoridad solo en apariencias. Actúa con responsabilidad porque “tiene que” pero  no porque quiera hacerlo.  Tiende al perfeccionismo y por esa razón se llena de escrúpulos engañándose y engañando a los demás en su falso cumplimiento; “cumplo y miento”. Esta personalidad tiene también su lado positivo, el don de la responsabilidad y la obediencia.

2-El rebelde, vive lleno de ira por no poder hacer su voluntad y se expresa en forma directa; no escucha, no obedece, pelea o se expone a desafiar  a veces irresponsablemente o de forma agresiva. Toma el rol de ser “malo” u oveja negra, porque sabe que de cualquier manera es regañado, vive inconforme y se siente controlado porque clama por su libertad, que tiende al libertinaje. No respeta las leyes a menos que pueda comprenderlas y le hagan sentido a su conciencia. Tiene la parte positiva, que es una fuerte voluntad. Si llega a sanar su herida y negatividad, puede convertirse en un líder positivo que busca la justicia y la verdad.

3- El perdido, no se atreve a romper una taza porque se llena de vergüenza. Vive escondiéndose y escapándose de esa autoridad impositiva sin poder desarrollar una personalidad propia. Pasa desapercibido y sin llamar la atención sintiéndose solo y desvalorizado, lleno de dolor. Para escapar se crea su propias fantasías, vive como un tímido introvertido dejándose abusar por los demás. Atemorizado por el conflicto soporta comportamientos inapropiados de lideres abusivos obedeciéndoles mediocremente. La parte positiva es su capacidad de desarrollar una vida interior, y el ser soñador le lleva a desarrollar sus facultades creativas.

4-El bromista es el extrovertido que llama la atención y se gana la estima de todos burlándose de si mismo; aunque parece el mas feliz, puede estar utilizando el humor y la risa para ocultar el dolor o distraerse de los problemas reales. No teme desobedecer, y su actitud cínica le justifica.  El peligro es  que  tiende a adaptarse y fingir que todo esta bien.  La parte positiva de esta personalidad es su alegría que contagia de buen humor y la capacidad de generar optimismo ante los problemas.  

    Todos tenemos un poco de cada personalidad; Miedosa tiene mucho de 3(perdido) y un poco de 2(rebelde); sería muy sano analizarnos para comprendernos mejor y a las personas alrededor. El error de aferrarnos a vivir con solo uno de estos patrones definidos de personalidad, nos lleva al desorden. Lo sano es mantener un equilibrio sin negar nuestra nuestra tendencia natural; es decir, no vivir en extremos (que la excesiva responsabilidad no me haga ser injusto o la rebeldía me haga intransigente). Al preguntarnos  ¿Porque trato de aparentar cumplir la ley cuando no lo hago?  o ¿Porque me lleno de rabia cuando alguien me corrige al no obedecer? o ¿Porque no me atrevo a decirle a esta persona que me molesta tanto que quiera controlarme? o ¿ Porque huyo de los conflictos?; puedo encontrar una respuesta al entender mi personalidad, para desarrollar así su aspecto positivo.

    La ira, como emoción no es ni buena ni mala, el problema es lo que hacemos con ella.  Es necesario que nuestra ira este bien dirigida, porque la ira nos impide tolerar lo intolerable y poner limites justos. Es bueno sentir ira hacia la injusticia, pero no descargar la ira sobre la persona que la comete. Puedo aborrecer el pecado, pero no es sano aborrecer al pecador, a este hay que perdonarlo. Entonces, reconocer nuestras tendencias naturales que son tan difíciles de cambiar, nos hace pedir la ayuda del Espíritu Santo para ser mas tolerantes, pacientes, bondadosos, humildes y obedientes.

EL DESAFIO DEL DESIERTO

    Miedosa abandona finalmente sus resistencias a obedecer la voluntad del Pastor y hace un acto de abandono que es una preciosa ofrenda a Dios. El simbolismo de la piedra en el altar que recoge el Pastor después de haberse apagado la llama, es el recuerdo hermoso y permanente de su entrega a Dios. “Acérquense pues al Señor, la piedra viva que los hombres desecharon, pero para Dios es una piedra escogida y de mucho valor. De esta misma manera, Dios hará de ustedes unas piedras vivas, un templo espiritual, un sacerdocio santo que por medio de Jesucristo ofrezca sacrificios espirituales agradables a Dios” (1Pe, 2,5).

    El Pastor  le dice que todos los que van a los Lugares Altos tienen que pasar por el desierto donde aprenderán cosas que solo ahí se enseñan. Pero le asegura “ No temas, yo iré contigo”.

     Me gustaría mas que nuestro personaje principal  tuviera un temperamento de líder,  o fuera una mujer virtuosa que me inspirara  mas. Pero sin embargo, Miedosa es una persona normal (como el perdido del punto 3),  con cualidades muy escondidas; y aun así, me ha ido revelando nuevas luces en el camino, porque mirar sus defectos me ayuda a corregir los mios. Por ahora su avanzar hacia el desierto me parece un acto  heroico digno de admirarse... ya le voy dando un poco de crédito a la pobre Miedosa que antes me desagradaba tanto.  

    Para muchos  de nosotros, el desierto es algo desconocido que solo algunos han podido experimentar. Me recuerdo del testimonio de Emilio Escoto, que tiene record de Guines por haber hecho el recorrido mas largo en motocicleta por el mundo.  El cuenta que incluso respirar en el desierto implica un gran esfuerzo, porque  el calor y el viento resecan las vías respiratorias causando dolor y deshidratación con riesgo de muerte. En el desierto no se goza de privilegios y se requiere de mucho esfuerzo para cruzarlo.

    Otra experiencia que me cautiva y  conmueve mucho es la que tuvieron los sobrevivientes de los Andes al chocar su avión en las montañas de Chile, ese fue un “desierto” en la nieve, con el frío mas terrible. Ellos se sintieron abandonados de Dios pero encontraron en el interior de cada uno la importancia del amor y contacto fraterno que les hizo sobrevivir por 72 días antes de ser rescatados. ¡Dios nunca los abandono! Y ellos nos dejaron un testimonio de la lucha interior por la sobrevivencia en la prueba mas dolorosa que un ser humano puede resistir.

    El simbolismo esta muy claro para nuestra vida espiritual; entrar en el desierto nos lleva a abandonar nuestra comodidad de vivir consolados, satisfechos y a aceptar la desolación en la prueba. Para nosotros entonces, el desierto es sinónimo de desolación, aridez, oscuridad, noche o prueba. 
   “La noche oscura” que describe San Juan de la Cruz, refiriendose al estado espiritual de desolación (donde el alma entiende y siente muy poco o nada), nos enseña  que esta oscuridad, es una experiencia dolorosa  de aridez, sequedad y suma aflicción, que afectan el estado de ánimo en general. En esta experiencia, las consolaciones sensibles de gusto desaparecen,  y quedamos como inapetentes de las cosas buenas, pero es así como podemos llegar a conocer nuestra propia miseria. La realidad de esta prueba purificativa, aunque provoca efectos dolorosos, también da frutos de transformación (recibiendo nuevos dones y eliminando lo inservible para crecer en santidad). “Ustedes, fieles del Señor, alábenle y cántenle con himnos! Porque su enojo dura un momento, pero su buena voluntad, toda la vida. Si lloramos por la noche, por la mañana tendremos alegría”( Salmo30, 5-6)

    Me encantó una analogía que aprendí de la desolación o noche oscura;  es como un árbol en el invierno, que por fuera parece seco o muerto, pero por dentro de la tierra, sus raíces están creciendo a nivel mas profundo buscando el agua. Al crecer sus raíces, el árbol se hace mas fuerte y así el viento no lo puede arrancar. Nuestra necesidad de pasar por el desierto, es porque en la aridez, miramos el interior a nivel mas profundo, y esa verdad revelada nos hace mas libres. Los árboles que no pasan por inviernos crudos, no tienen por tanto raíces profundas, y vienen los huracanes y los arrancan.

     El Pastor, le lleva a Miedosa a la Pirámide en el desierto y le muestra la necesidad de ser trillada como el trigo, de ser moldeada como en barro del alfarero y de ser fundida y purificada como el oro en el horno. Y le confirma que crecerá una pequeña flor dorada como signo de que en medio del desierto, no morirá de sed.
¡Dios no la abandonará! Y a quienes estemos pasando por esta prueba  nos deja esta esperanza, para esperar pacientemente a que la noche pase y pronto amanezca.

 Bendiciones

 Ana María