Porque necesitamos ser salvados?
Para responder esta pregunta necesitamos regresar a los orígenes del mundo y de la historia humana (Génesis 1-3).
El poder de Dios se manifiesta en el universo entero de manera imponente en la perfección de las leyes físicas de la materia y la energía, que la ciencia todavía hoy sigue tratando de explicar. Dios refleja la magnitud de su amor en la belleza de su creación aquí en la tierra; su soplo de vida se infunde en la naturaleza en plantas y animales. Desde la antigüedad Dios se ha manifestado al hombre para demostrarle su amor y predilección como "su criatura".
En el principio "Dios creo al hombre a su imagen y semejanza" (Gen 1,27). Le manifestó su predilección entre toda su creación y después de darle el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara, le dio una orden: "No comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal" (Gen 2,16). Esta oportunidad de ser libre para elegir, le hizo caer en la tentación de la desobediencia y finalmente experimentar las consecuencias de ella; el pecado.
- La experiencia del pecado separa al hombre de Dios: Dios le da a su criatura la libertad de elegir la voluntad divina, esperando que le obedezca por amor a su bondadoso creador. Pero al hombre le parece mas atractiva su propia voluntad, no se conforma y lo quiere todo, quiere ser como Dios. Entonces Dios le permite experimentar la separación, la soledad y el dolor para darse cuenta de su necesidad de Dios.
- En principio, el pecado avergüenza al hombre, le confronta con su conciencia: La historia de Adan y Eva nos muestra la tendencia humana de evadir nuestra responsabilidad; despues de desobedecer se esconden entre los arboles llenos de vergüenza. Dios nos abre los ojos para mirar la desnudez de nuestra naturaleza pecadora y así podamos reconocer la necesidad de vivir en la Gracia (que es el regalo de Dios que nos hace desear el bien supremo y que nos es dada cuando buscamos su compañía).
- La experiencia del pecado conlleva la muerte: El pecado destruye la Gracia en el hombre y lo deja cada vez mas esclavizado en la mentira. Le disminuye la capacidad de ejercer su libertad, dejandolo en un abismo de insatisfacción. El pecado destruye la inocencia, la pureza, la virtud; nos roba la paz y la alegría porque nos aleja del orden creado por Dios para vivir en armonía. Todo pecado tiene su origen en la soberbia, por la cual entro el pecado al mundo.
El plan divino es que libremente volvamos a Dios y elijamos su voluntad, que es la que nos conviene y así podamos recuperar la UNIDAD CON DIOS. El plan divino del amor de Dios se manifestó al pueblo de Israel guiandolo hacia la tierra prometida, la tierra de libertad. Podemos entender este simbolismo como nuestro propio caminar de regreso hacia el Edén. Esa tierra que mana leche y miel, es la tierra que encontraremos cuando finalmente recuperemos la amistad con Dios al amarle y serle fiel; y es su cercanía la que nos hace vivir el cielo aquí en la tierra.
Fue Moisés, quien obedientemente dirigió a su pueblo por el desierto hacia la tierra prometida. En el camino, es a el a a quien Dios le reveló la "formula" para agradarle y encontrar la verdadera libertad; una ley que contiene 10 lineamientos de vida que enumeran los deberes fundamentales hacia Dios y hacia el prójimo; la Ley de la Antigua Alianza (los diez mandamientos). Con la Ley de Moisés, Dios nos enseña el camino hacia el cielo, hacia El. Y nos pide que seamos fieles a su ley, no para someternos sino porque nos ama y sabe que su cumplimiento nos evitará mucho sufrimiento.
El camino de la OBEDIENCIA nos dirige hacia Dios en el gozo pleno; el CIELO. El camino contrario, el del PECADO nos dirige hacia el fuego eterno, donde el sufrimiento es causado por la separación permanente de Dios; el INFIERNO. Nuestra LIBERTAD es otorgada por Dios para que la ejerzamos con responsabilidad, tenemos dos direcciones opuestas a elegir con consecuencias claras. Es por eso que elegir entre el bien que nos conviene y el mal que nos atrae, es nuestra constante batalla interior desde el principio.
Cuando nos decidimos a obedecer esta ley , aceptamos el compromiso de evitar el mal (7 leyes que dictan "No..." a la izquierda de la gráfica) y de hacer el bien (3 leyes de AMOR a la derecha de la gráfica). El pueblo judío se vio en conflicto en el cumplimiento de la ley, que se fue complicando con los escrúpulos, de tal manera que no podían cumplirla mas. Porque cayeron en el fariseismo de cumplir la ley solo en apariencias a los ojos de los demás?.
Y es que realmente se enfocaron en cumplir una ley que evitaba el pecado por MIEDO AL CASTIGO. El evitar el pecado, obedeciendo las leyes de "No..", claramente vemos en la gráfica que nos aleja del infierno, pero nos deja en un punto intermedio; LA TIBIEZA. Y es que el obedecer la ley por mera responsabilidad nos deja cortos en el camino hacia Dios. Es por esta razón que necesitamos ser salvados!. Porque nos habíamos quedado estancados a mitad del camino, cumpliendo la ley por TEMOR; y entonces Dios misericordioso decide hacerse hombre y encarnarse por amor para recordarnos el AMOR.
Jesús viene a ayudarnos a cumplir la ley de Dios por medio de una Nueva Alianza, que nos simplifica el camino en una sola Ley, la del Amor. Jesus viene para que esa ley no la cumplamos solo por responsabilidad, sino que la deseemos obedecer por amor a Dios en quien confiamos. Jesus nos ayuda a voltear nuestro rostro hacia Dios porque nos lo presenta como nuestro Padre compasivo y tierno. Nos enseña a llamarle Abba, Papito Dios, y caminar son su guía el camino de la confianza.
Si bien es cierto que el temor al castigo nos previene de pecar, no nos hace alcanzar el objetivo de Dios, que es que le amemos libremente. Y es entonces que el Amor viene a conquistarnos en la persona de Cristo. Nuestro Dios encarnado nos enamora con su bondad infinita, su sabiduria y verdad. Nos conmueve el alma su entrega de amor en la cruz. Nos comprueba que El amor echa fuera el temor. Jesus ilumina con la luz de la verdad las tinieblas de nuestra humanidad débil que se escoge a si misma y se encierra en su EGOISMO. Y nos invita a caminar un nuevo camino de CARIDAD y SERVICIO al prójimo llenos de fe y esperanza, vislumbrando con su luz ese cielo que nos tiene prometido.
El regalo de su misericordia y perdón nos hace regresar a la casa del Padre caminando con CONFIANZA EN DIOS, sabiendo que El nos espera con los brazos abiertos para celebrar una fiesta y darnos un abrazo eterno ya desde aquí en la tierra. Jesús nos invita a la COMUNION con El, que es un anticipo de la UNIDAD perfecta que alcanzaremos con El en el cielo. Es importante saber que este recorido del segundo cuadrante de la grafica, no lo recorremos solos; Jesus nos deja al Espíritu Santo, Dios con nosotros, que nos llena de su gracia para ser fuertes ante la tentación, nos llena de su AMOR para poder recorrer el camino del amor, camino de santidad. La ley del AMOR "Ama al Senor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente, y ama a tu prójimo como a ti mismo" (Mt 22,37-39; Lc 10,27) nos asegura la salvación, nos hace alcanzar la plenitud y perfección humana a la que somos llamados , nos lleva a la perfecta UNION CON DIOS!
GRACIAS JESUS POR VENIR A SALVARNOS!
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