PIES DE CIERVAS EN LOS LUGARES ALTOS - Capitulo 1-INVITACION A LOS LUGARES ALTOS

REFLEXION

    CAPITULO 1

"El Miedo"

      En este Capítulo del libro tenemos la oportunidad de conocer a Miedosa, el personaje principal de la historia. Su personalidad nos invita a conocer más a fondo este aspecto que todos naturalmente experimentamos, el miedo.

      El temor es un sentimiento normal de respuesta ante el peligro, ya sea real o imaginario. Puede tener un origen  sano cuando el miedo nos previene ante el peligro de no tomar actitudes impulsivas o irresponsables. Pero cuando su origen nace de la mente al crear eventos catastróficos imaginarios, el miedo nos puede paralizar ante la realidad concreta y hacernos esclavos de una falsa ilusión creada por nosotros mismos. Además cada persona manifiesta y siente el miedo de una forma diferente de acuerdo a su personalidad y temperamento,  provocando reacciones de violencia o ansiedad,  huida o negación, etc.

      Podemos definir diferentes grados; llamamos temor al primer nivel y miedo a un nivel más alto, que puede alterar nuestra capacidad reflexiva haciéndonos perder la perspectiva real ante una situación. El miedo constante que no razonamos o que no manejamos efectivamente, nos puede llevar a un nivel superior, el pánico. Al magnificar la realidad del evento, y llenarse de ansiedad, el pánico   puede afectar nuestra salud y alterar  nuestras emociones a un grado patológico distorsionando nuestros sentidos, creandonos fobias, manías, estrés, angustia hasta llevarnos a la crisis. Nadie quiere tener el miedo esclavizante que limite sus capacidades, esta emoción nos hace sentir incómodos, nos confunde, nos hace perder la perspectiva o nos hace aprensivos. El miedo genera pensamientos negativos y nos lleva a la ansiedad.  Cuando una persona enfrenta este sentimiento constantemente genera inconscientemente una inseguridad, tensión y nerviosismo o preocupación que va acobardándonos.  Porque el miedo engendra miedo y como una bola de nieve crece hasta llegar al punto de tenerle miedo al miedo.

      Patológicamente el miedo va generando fobias, que pueden ser muy profundas y difíciles de sanar. Además se ha comprobado  que quienes padecen ataques de pánico generan también otras reacciones psicosomáticas. 

      Volvamos a la pobre Miedosa que vivía abrumada por el terror  en su pueblo miserable contagiada del mal ambiente en que vivía, pero sintió la necesidad y el deseo de vencer el temor y cambiar de vida.  Ella se sentía incapaz de salir de ese abismo por si misma y había llegado acobardarse tanto, que no presentaba delante de sus agresores ninguna defensa dejandose abusar por ellos. ¡Y todo por miedo! Las consecuencias del miedo en ella nos dejan ver claramente que es una fuerza negativa con un poder destructivo que debemos aprender a vencer.  Y es porque el espíritu del mal lo hace crecer hasta hacernos perder la perspectiva de la realidad para vivir engañados por la mentira.  

    Por lo tanto sería importante preguntarse: ¿A QUE LE TENGO MIEDO? Y mirar cual es la mentira detrás de ese miedo que me hace perder la perspectiva real ante el futuro, ante el peligro, ante la dificultad, etc.

    La palabra de Dios nos dice “El amor hecha afuera al temor”, porque Dios que es amor y verdad desenmascara a la mentira.  Podríamos poner la equivalencia:

 DIOS=AMOR

 SATANAS=MIEDO=MENTIRA. 

   "En el amor no hay lugar para el temor: al contrario, el amor perfecto echa fuera el temor, porque el temor supone un castigo, y el que teme no ha llegado a la plenitud del amor". (1 Juan 4:18)

      El amor y el temor son dos fuerzas contrapuestas, como vemos en la ilustración. Así  como la luz disipa las tinieblas, porque la oscuridad es simplemente ausencia de luz; de igual manera, el amor desvanece el miedo, porque el miedo es ausencia de confianza. El amor nos lleva a la confianza y el que vive la confianza en Dios vence al miedo. Solo tenemos que acudir a la fuente del amor que es Dios, el único que nos libera de todos los temores.

     Aquí viene lo sorprendente de esta maravillosa historia y es que Miedosa, por azares del destino trabajaba para el Rey Pastor aun cuando en su familia donde creció siendo adoptada le inculcaron el odio hacia el Pastor.  A ella le presentaron al “Amor”, y desde entonces convivía con El. Había algo  en su interior que le decía que El podría salvarla. Y cuando se ve atrapada sin salida, casi sin poder soportar más la angustia y el temor, desesperada acude a pedirle ayuda.  Jesús es su único  salvador, el Amor mismo.  El Pastor le dice amablemente, "No temas , si confías en mi no te obligaran hacer algo en contra de tu voluntad. Pero  NO dejes al mal entrar en tu casa”.  ¡Cuanta sabiduría nos dan estas palabras, la confianza en Dios nos salva!  

      La pregunta es ahora ¿Como yo dejo entrar al miedo a mi casa?  ¿Como lo he dejado ser mi pariente? ¿Porque me he dejado someter bajo su yugo? Muchos de nosotros podemos decir: "Es que no he sabido cómo liberarme".  Y hoy yo te digo que hay un Pastor que te libera, que te sana y te enseña a vivir el perfecto amor que te hace vencer el temor. ¡Deja que Jesús te guíe hacia la libertad! Hemos comenzado a recorrer el camino hacia la libertad junto con Miedosa en busca de esos Lugares Altos donde solo puede habitar el amor y viven los que tienen pies como de ciervas al lado de Jesús Pastor.

         Y podrás dar todas las excusas posibles que te impiden liberarte, así como hizo Miedosa. Ella anteponía como impedimento para llegar a los lugares altos sus incapacidades físicas, pero la verdad es que el único obstáculo que ella tenía, no eran sus pies deformes sino su falta de confianza en sí misma y en quien podía salvarla. "Todo es posible para aquel que cree", nos recuerda Jesús nuestro pastor.  Y él quiere sembrar en nosotros la semilla del amor que nos dará la fortaleza para vivir en la confianza.  Pero hay un precio a pagar que es aceptar el riesgo del dolor y el sufrimiento. 

  Una vez que vencemos nuestra cobardía ante el sufrimiento podemos abandonarnos en la confianza diciendo como San Pablo: “Todo lo puedo en aquel que me conforta”.( Flp 4,13)

         Para romper las cadenas del miedo hay que destruir eslabón por eslabón como lo hizo Miedosa.  El primer eslabón que rompió fue el miedo a pedir ayuda, después el miedo de confesarse ante el Pastor, después el miedo de no ser capaz de lograr escapar, después el miedo de vencer sus limitaciones, y  un miedo aun mayor, el de ser traspasada con dolor por la espina del amor. Pero ahí no termina su miedo, todavía antes de aceptar el Amor resurge en ella el miedo a  hacerse vulnerable y el miedo a no ser amada de vuelta.  Y es que el miedo nunca deja de asecharnos escalando niveles; el caminar en la vida siempre lleva como perseguidor al miedo que intentará tentarnos hasta que le venzamos en la última de las batallas cuando confrontemos el miedo a la muerte.

        Finalmente Miedosa vence el temor con el amor.  Se arma de valor y se deja atravesar por la espina del amor. Que bella entrega, eso es la Gracia, la fuerza infundida por el Espíritu de Dios que le hace valiente y fuerte para aceptar su voluntad de amar.  Cuanto necesitamos pedir la gracia de Dios para ser fuertes, para ser firmes en nuestra decisión de caminar detrás del Pastor sabiendo que habrá obstáculos y riesgos de caer, de perdernos, de sufrir. 

       Pero el Pastor promete, "El que ama es muy feliz."  Y  vivir esa promesa nos hace hermosas, y aunque tengamos la boca torcida, nuestro gesto amargado será cambiado. Jesús nos advierte que el amor y dolor van juntos y nos recuerda que si decidimos seguirle nos debemos preparar para la prueba.”Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo". (Jn 16:33)

   En el final del capítulo Miedosa pasa la prueba de enfrentar el temor encontrándose con su opresor, su primo Malicioso.  Precisamente tiene que enfrentar su temor después de haber sido consolada con tanto amor del Pastor.       Nos demuestra el capitulo que el miedo no se aparta de nosotros tan fácilmente, hay que enfrentarlo valientemente rechazando los engaños que conlleva, Debemos comenzar la batalla  con la confianza de obtener la victoria, haciéndonos valientes por el amor. La valentía entonces se mide por la intensidad de miedo al que una persona es capaz de sobreponerse. Valiente es la persona capaz de pensar, hablar y actuar a pesar de su miedo. El valiente puede confesar: “Siento un miedo atroz, pero voy a obrar de acuerdo a mi conciencia.." y así se sobrepone a cualquier temor, liberándose de su tiranía, tal como lo practicó Jesús agonizando de miedo y angustia y sudando sangre en el huerto de Getsemani diciendo: “Padre Mío, si es posible líbrame de este trago amargo; pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres Tu” (Mt 26,3).

        Nuestro caminar en la fe será conquistar temores y romper las cadenas de los miedos que van surgiendo a lo largo de nuestra vida, pero el abandonarnos en confianza a nuestro Padre nos dará gratas recompensas de felicidad.  "Porque el que ama es feliz".