A medida que
avanzamos en el libro me parece que debiéramos ahondar un poco sobre la salud
emocional y mental del ser humano, por eso en este capitulo incluyo algunas teorías
prácticas para analizarnos.
Nuestro
personaje principal del libro, es una persona emocionalmente débil porque en la
vida no tuvo satisfechas muchas de sus necesidades humanas, por eso para
superar sus limitaciones, tiene que esforzarse más que otras personas que no
tienen tantas heridas y complejos causados por la falta de protección, afecto, valoración,
satisfacción personal, etc. Miedosa me parece a veces como una niña pequeña que
nunca creció, o una plantita sin raíces profundas, muy frágil y vulnerable,
pero sin embargo me desagrada su dificultad para cambiar de una vez por todas y
radicalmente. Ella va cambiando a pasitos de tortuga, y a mi me encantan esos
testimonios de conversión arrebatadores y transformantes como el de San Pablo,
San Ignacio, San Francisco y muchos mártires que dieron el todo por el todo.
Pero no todos caminamos por ese
camino, y también hay grandes santos y verdaderos cristianos, en los que su
transformación fue lenta pero segura y firme; así que por eso trato de entender
a Miedosa, aunque honestamente me
cuesta trabajo.
Abraham
Maslow en su obra Una teoría sobre la
motivación humana, propone una teoría psicológica que muestra la jerarquía
de nuestras necesidades y deseos en forma de pirámide:
La teoría
sobre esta pirámide dice que las necesidades no satisfechas afectan el
comportamiento, y en la medida que sean satisfechos los niveles mas básicos,
mayor armonía y plenitud alcanzará el ser humano en las necesidades superiores,
llegando así a la felicidad plena.
Nuestras cuatro formas de realización; SER, TENER, HACER Y
RELACIONARSE, forman un sistema de 9 necesidades :
1.
Subsistencia
2.
Protección
3.
Afecto
4.
Comprensión
5.
Participación
6.
Creación
7.
Recreo
8.
Identidad y
9.
Libertad.
Si
pensamos en cuantas carencias de afecto, aceptación, seguridad, respeto,
libertad y amor tuvo Miedosa en su
infancia al lado de sus parientes, podemos comprenderla mejor y entender su
tendencia al desaliento o la duda. Sin embargo, es muy importante aclarar que
la psicología aquí nos presenta una herramienta válida en cuanto al ideal del orden racional para alcanzar
la armonía, pero sabemos que existe una fuerza superior a nuestra naturaleza
física y emocional que es la espiritual.
Nosotros
que conocemos a Cristo sabemos que El, con su Espíritu de Amor, suple todas nuestras
carencias. Aunque nuestra pirámide antes de conocer a Cristo estuviera en
ruinas, El, que es la roca firme y la piedra angular , llenará esas carencias y vacíos de
afecto, aceptación, seguridad, etc. con su amor. De manera que Miedosa tiene la
misma oportunidad de autorrealizarse que cualquier persona que hubiera tenido
una pirámide perfecta desde niño, y aunque ella tenga que trabajar con mas
esfuerzo por lograr la armonía, Jesús Su Pastor le suple con su amor lo que le
falta. Esta es la alegría de vivir en Cristo .”Y me alegro también
de las debilidades, los insultos, las necesidades, las persecuciones y las
dificultades que sufro por Cristo, porque cuando más débil me siento es cuando
más fuerte soy” (2 Cor 12,10).
Perseguir
la felicidad entonces es muy simple con la ayuda de Jesús; para algunos es como
seguir una nube que se desvanece porque nunca logran jamás estar contentos, por
eso es necesario evaluar las siguientes preguntas respondiendo del 1 al 10:
A) ¿Quieres lo que tienes?
B) ¿Tienes lo que quieres?
Nivel de felicidad = A = Quiero lo que
tengo
B Tengo lo que quiero
(Si por ejemplo en la pregunta A respondí 9, y en la B respondi 6,
Mi nivel de felicidad seria 9/6 = 1.5 )
- Si el valor es mayor que 1, significa que vivo con inconformidad
y posesividad o apegos, porque o bien
no tengo lo que quiero o no amo lo suficiente lo que tengo.
- Si el valor es menor que 1, significa que me falta gratitud o
vivo insatisfecho porque tengo lo que quiero pero no le amo lo suficiente.
- ¡Si el valor es 1, significa que estoy contento y con el máximo potencial para ser feliz!
- ¡Si el valor es 1, significa que estoy contento y con el máximo potencial para ser feliz!
La felicidad =
Quiero lo que tengo= Tengo lo que quiero
Vivir feliz es estar contento, vivir conforme con lo que se tiene y desear tener lo que es voluntad de Dios, es decir lo que verdaderamente
conviene. Cuando Miedosa logra la “Aceptación con gozo”, el Pastor confirma que esta es la ofrenda mas agradable a Dios.
En estos últimos capítulos, hemos visto que Miedosa ofrece en el altar
una ofrenda; esta se prende en fuego y ella recoge una piedra como recuerdo. Me
parece muy hermoso este gesto; Cada vez que Miedosa hace una entrega, un acto
de abandono y aceptación de la voluntad de Dios, una renuncia de su propia
voluntad y deseos, se construye un altar en el que se le da honra a Dios. Y
vemos que cada vez que lo hace, el Pastor se alegra y le deja como recuerdo la
piedrecita, para que no se olvide de todo lo que significa para ella y para Dios ese
ofrecimiento. Es importante que guarde el recuerdo de la conquista de si misma, de la victoria sobre sus enemigos y de su avance hacia los lugares altos por haber
agradado a Dios. Este recuerdo, la piedra de cada altar, representa el aprendizaje grabado en su corazón; asi podra defender con convicción la verdad en las diferentes pruebas futuras y le dará la certeza de estar anclada en la roca firme que es Cristo, quien no dejará que desfallezca su voluntad, aunque a veces se quebrante.
Al acercarse su enemigo Amargura, nos damos cuenta que Miedosa había
sufrido por su causa en el pasado, pero NO está dispuesta a avanzar en la vida
con ese sentimiento. La ponzoña de su burla es como el veneno de una víbora y
nos puede llevar a una grande oscuridad. Que importante reconocer el sabor de
lo amargo que nos va envenenando el alma. Me imagino como cuando comemos una comida indigesta y nos preguntamos:
¿Que sería lo que me hizo daño? ¡Yo creo que fue el condimento, si, recordar
ese sabor me da nausea! Bueno, pues así mismo debemos analizar que es lo que
indigesta nuestro corazón. Ese sabor amargo que nos deja sin alegría, podría
ser el exceso de algo indebido, la mentira, el chisme, la intolerancia, falta
de perdón, actuar en contra de nuestros principios, etc. Que necesario entonces
endulzarlo con el amor, el único remedio para la enfermedad del alma. De aquí
deducimos que para lograr la felicidad también es necesario que renunciemos
al mal en todas sus formas.
Una de las frases que me encantan del libro es esta que dijo un sabio:
“La esperanza que se prolonga, es el tormento del corazón”. Y es que la
impaciencia nos arrebata la capacidad de disfrutar cada momento. Cuando solo
vamos en el camino pensando en llegar a nuestro destino, nos olvidamos de
apreciar y disfrutar el paisaje que nos rodea, la felicidad consiste en
disfrutar del camino, no solo el destino. El Pastor le recuerda a Miedosa: “Esta
demora no es para muerte sino para la gloria de Dios, para que el hijo sea
glorificado”, le dice que es importante que confíe y espere porque no quedara
defraudada. En momentos de
impaciencia o desesperacion conviene hacer la oración de Santa Teresa de Avila:
“Nada te turbe,
nada te
espante,
todo se pasa.
Dios no se muda. La paciencia
todo lo alcanza,
quien a Dios
tiene
nada le falta,
Sólo Dios basta.”
Eleva el pensamiento,
al
cielo sube,
por nada te acongojes,
nada te turbe.
A Jesucristo sigue
con
pecho grande,
y, venga lo que venga
nada te espante.
¿Ves la gloria del
mundo?
es gloria vana;
Nada tiene de estable,
todo se pasa.
Aspira a lo celeste,
que
siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.
Ámala cual se
merece,
Bondad inmensa;
pero no hay amor fino
sin la paciencia.
Confianza y fe
viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
todo lo alcanza.
Del infierno acosado
aunque
se viere,
burlará sus furores
quien a Dios tiene.
Vénganle-desamparos,
cruces,
desgracias;
siendo Dios su tesoro,
nada le falta.
Id, pues, bienes del
mundo,
Id, dichas vanas;
aunque todo lo pierda
Sólo Dios basta.
Bendiciones
Ana Maria
Aquí, Miedosa pensó que iba hacia los Lugares Altos y soltó sus guías y salió corriendo como si nunca hubiera sido lisiada. Pero el camino tomo otro giro y no era hacia donde ella pensaba si no hacia mas desierto. Y entonces ocurrió lo siguiente, "Miedosa permaneció quieta, muda con desaliento y en choque. Entonces comenzó a temblar de arriba abajo. No era posible, no, que otra vez el Pastor estuviera diciendo No, y la apartara de los Lugares Altos." Y apenas Miedosa se disgusta porque su deseo no fue satisfecho que pariente piensan que se le apareció? Amargura!!!! Y Amargura la tienta diciéndole, "Porque no te ríes tu también, pequeña tonta? Sabias que pasaría esto." Otra vez tirándole el veneno para que dude.
ReplyDeleteJusto esta semana un profesor de mi hijo les hablaba a los padres y nos comentaba que en la vida no había cosa más que le chocara que las quejas. Porque lo único que hacían era amargar la vida a todos que les tocaba oírlas. Y nos aconsejo así, "Si no pueden cambiar algo no se quejen y acéptalo, y si lo pueden cambiar no te quejes y cámbialo." Y al leer este capítulo veía que lo que Miedosa había hecho era quejarse de algo que no le gustaba. Y que es la amargura excepto la insatisfacción y como nos decía Ana María en el Blog o se da por dos razones no quiero lo que tengo o no tengo lo que quiero. Entonces veía que cuando caímos en la amargura era simplemente una inmadurez nuestra y una falta de gratitud y entrega a la voluntad de Dios.
Pero me encanto como Miedosa ante esta tentación actúa con una sabiduría nueva, y dice "MI SEÑOR QUE DESEAS DECIRME? HABLA QUE TU SIERVA OYE." Y el Pastor se aparece inmediatamente junto a ella y le responde, "ALEGRATE - NO TEMAS." Vi que ya ella había aprendido que aun en la tentación el Pastor le está hablando y ensenándole algo. Y qué lindo que complementamos este capítulo con la fiesta de Acción de Gracias. Dar gracias siempre porque Romanos 8:28 siempre está actuando, "Todo ocurre para bien para los que aman a Dios." Y construyamos un altar como lo hizo Miedosa y decir como ella, "YO ME DELEITO EN HACER TU VOLUNTAD, OH MI DIOS." Y aceptemos todo con gozo!
Y que lindo de aplicar esta famoso Oración de Serenidad en nuestras vidas:
Dios concédeme la
Serenidad para aceptar
las cosas que no
puedo cambiar...
Valor para cambiar
aquellas que puedo y
Sabiduría para reconocer
la diferencia...
“Pon tu alegría en el Señor, el hará lo que desea tu corazón. Pon tu porvenir en manos del Señor, confía en él, que entrara en acción. Salmo 37:4-5
ReplyDeleteEn el transcurso de nuestra vida, hemos podido experimentar la felicidad muchas veces, quizás todos los días experimentamos algo que nos de felicidad, sin darnos cuenta; asimismo muchas veces también experimentamos lo opuesto. Si nos ponemos a pensar y reflexionar al respecto, recordando las etapas y vivencias de nuestra vida, podremos ver que causo una o la otra.
También veremos que o quien nos hizo sentir así; que comportamiento o actitud nuestra fue causante de nuestra alegría o tristeza.
Seguramente hemos leído muchos artículos y libros de cómo alcanzar la verdadera felicidad. Todo eso puede ayudarnos a aplicar los comportamientos adecuados, pero la felicidad para uno es diferente en el otro y lo que necesita uno puede ser diferente para el otro. Lo que sí creo indispensable para el logro de la felicidad, es tener una relación con nuestro Creador, el único que todo lo sabe y todo lo puede, con el ser divino más poderoso y bondadoso que nos conoce a cada uno personalmente. Que mayor felicidad podemos tener si confiamos verdaderamente en el Dios que nos creo, que vino a hacerse uno en nosotros y nos enseña todo para seguirlo y ser felices; encima nos dejo su propio Espíritu para que vivamos con El, estemos seguros con El, lo escuchemos, lo sintamos vibrar en nuestro corazón, en la medida que lo busquemos y nos entreguemos a El. Ser consciente de su presencia divina en mi vida, es lo que me da la verdadera paz y felicidad.
En el siglo 17, vivió un monje Carmelita a quien llamaban el Hermano Lorenzo (San Nicolás Herman) quien trabajaba en la cocina del monasterio. Primero el detestaba su trabajo, pero luego decidió practicar la presencia de Dios con la esperanza de que cada acción que llevara a cabo fuera hecha partiendo de una conciencia de Dios. El sabía que si estaba consciente de la Presencia en la cual vivía, se movía y tenía su ser, cada acción seria sagrada. El carácter sagrado no sería por la acción misma ni por causa de el, sino por el origen divino con el cual se llevaba a cabo el trabajo. El Hermano Lorenzo unió la contemplación del espíritu de Dios con sus tareas diarias. Describió los resultados con estas palabras : “sentía un gozo tan continuo y tan grande que apenas podía contenerlo!”
Personalmente puedo confirmar este pasaje que justo leí recientemente y que me recuerda las muchas veces que he sentido gozo cuanto decido vivir mi día y momentos conectada al Espíritu de Dios. Es una decisión que parte de nosotros mismos y que cada vez podemos alcanzar más en plenitud con la práctica consciente del Espíritu de Dios en nosotros. Una gran paz nos envuelve, nos sentimos completos, seguros y amados. Algo tan valioso no es para ser disfrutado solo por unos momentos fugaces, estamos destinados a percibirlo en cada momento del día. Nuestras almas no estarán satisfechas con unos pocos momentos de paz y gozo. Por medio de la práctica de la presencia de Dios, no solo buscaremos el centro de la vida, sino que viviremos desde ese centro. Jesús vivió obviamente una vida rica por Su relación con la Presencia y el Poder a quien él llamaba Padre, con quien renovaba diariamente Su vinculo mediante la oración.
“El que pone atención en la palabra halla la felicidad; es feliz el que confía en Dios.” Proverbios 16:20