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PIES DE CIERVAS EN LOS LUGARES ALTOS. CAPITULO 17. Manantiales de Sanidad.

  

                               REFLEXION


                       El cielo aquí en la tierra.

Este  título me surgió del capitulo anterior, al imaginarme ese desfiladero por donde bajó Miedosa con sus compañeras en busca del altar. No se alcanzaba a ver su profundidad, porque estaba en medio de nubes y niebla. Pero igualmente se lanzan hacia ese sitio, donde finalmente Miedosa descubriría mas tarde el cielo; irónicamente lo encontró en medio de un barranco.

En la discusión de grupo, surgieron muchas inquietudes sobre el capitulo anterior. El shock que nos causa el término de una jornada, viene por nuestra incapacidad de visualizar el futuro. Y al imaginar a Miedosa débil y entregada por completo en ese altar de sacrificio, nos hacía esperar el milagro de su transformación, cuando recibiera por fin sus pies de cierva, y fuera una mujer diferente. Ese era su mas grande deseo, y nosotros esperábamos ver esa nueva vida en ella cuanto antes posible, de manera que pudiera ya gozar de esta vida en libertad y amor, sin tantos conflictos internos y complejos.

        Cuando finalmente ella recibe la transformación, se siente feliz de estar allí; despierta de su sueño profundo y comienza a recordar lo sucedido en el altar; cuando el sacerdote le arrancó la planta del corazón, después de haber ofrendado su amor humano. Y la única señal que le ha quedado en su pecho , es un agradable perfume, pero ningún rasguño ni rastro de dolor. ¿Como puede ser esto? ¡Es un milagro!

Esa transformación no era precisamente la que nosotros deseábamos, ni tampoco la que esperábamos. Queríamos que ella fuera diferente de una vez por todas, para que pudiera disfrutar de la vida, ya libre de temores y angustias, esa era la meta que queríamos que alcanzase, y ella también. Pero sin embargo Dios decide también quitarle el dolor y la angustia; sus acompañantes Pena y Congoja ya no están mas a su lado, se han ido, ¿Como es eso?

Bueno, esta es la muerte para quien alcanza esos lugares altos de paz y gozo. Miedosa ya no tiene mas preocupaciones ni prisas, está en completo asombro por el lugar donde se encuentra, viendo todo con nuevos ojos, sin preocuparse por entender nada, todo es belleza a su alrededor. No necesita nada, todo esta al alcance de su mano. Finalmente ha llegado a bañarse en los manantiales de vida eterna que le prometió el Pastor; sus pies se han hecho perfectos y su rostro también se ha transformado en la belleza de una niña. En su asombro, llena de gozo y gratitud no puede sino alabar a Dios y exaltar su grandeza, su corazón esta gozando en admiración por el poder de Dios.

De ninguna manera pensaba en el futuro, el tiempo ya no le importa mas, todo esta bien. Ahora disfruta "estar en el estar"; completamente relajada y sin objetivos ni preocupaciones. Solamente se goza en su existencia y en la creación entera que la rodea. No hay más preguntas ni dudas, pareciera que dejó al mundo atrás para refugiarse en un santuario. Es algo parecido a aquello que muchos soñamos hacer cuando nos tomamos unas vacaciones de descanso en medio de la naturaleza, donde nuestra mente esté dispuesta a dejar atrás el trabajo, la agitación y los problemas, para gozar de unos días con la mente despejada y rodeados de belleza. Ese tiempo nos sirve para llenarnos de nueva vida y energía, para después volver al mismo ritmo de vida. Pero este no es el caso para Miedosa, que ahora no parece mas miedosa. Su actitud es de plena satisfacción y contento, como el bebe que ha sido amamantado y se queda dormido en los brazos de la madre. No necesita nada mas, esta en perfecta paz.

Sin embargo a nosotros no nos gustó que Miedosa tuviera que pasar por esa muerte....Y me pregunto: ¿No es acaso el sueño reparador de cada noche, parecido a una muerte? Nos llena de descanso y renueva las fuerzas para amanecer a un nuevo día y con vida nueva. Y acaso  cuando emigramos a otro país y comenzamos a vivir como extranjero, ¿No es como morir a las viejas costumbres para comenzar una vida nueva?

Mientras se recorre el camino de la vida por este mundo, hay que pasar por diferentes “muertes", donde toca comenzar de cero; nuevo empleo, nueva casa, nuevo colegio, etc. Cuando alguien se casa, tiene que dejar atrás su núcleo familiar, para comenzar a crear uno nuevo, tiene que morir, es decir, renunciar a su vida pasada de soltería para aceptar nueva vida de casada; todos esos procesos de transformación van acercando al último y definitivo paso, que será la muerte física. Cuando dejemos atrás todo y comencemos un camino que queda fuera de nuestra vista. El problema que ese cambio definitivo no es deseable porque nos arrebata el presente tangible.

Pero es aquí donde veo el profundo mensaje de este libro:

“HAY QUE MORIR DIA A DIA PARA ALCANZAR A VIVIR EL CIELO AQUI EN LA TIERRA”.  ¡El cielo se conquista a base de renuncias y aceptación con gozo!

Eso es lo que realmente esta experimentando Miedosa ahora. Sin embargo nosotros nos aferramos a mirar la muerte con horror y espanto en vez de centrar nuestra atención en la vida plena que la muerte nos ofrece. Por ejemplo, si se vive aferrado a lo que se dejó atrás en el país natal, al haber emigrado a tierra extranjera, lamentándose de haber tenido que pasar por esa “muerte”, se deja de disfrutar el presente que esa nueva vida ofrece en el país donde ahora se reside.

 Dejar atrás  para comenzar de nuevo, implica llevar consigo los recuerdos con alegría, y recorrer los nuevos caminos recogiendo las piedras de nuestros altares. En ellos vamos dejando morir aquello que nos quita libertad, que nos ata y que no es voluntad de Dios. Vivir el cielo aquí en la tierra, es aceptar vivir en el reino de los cielos que esta en medio de nosotros. Jesús nos lo recuerda una y otra vez . No hay que vivir esperando la ultima muerte para alcanzar vivir en el reino.

       Como bien analizamos en el grupo la semana pasada, nos dimos cuenta que Miedosa caminó todo su recorrido hacia los lugares altos con su mente fija en la meta, como obsesionada por tener pies de cierva, y el recorrido para ella era como un padecimiento que tenía que soportar. Muchos ven la vida de esa manera y yo no quiero contarme entre ellos. Pensar que tengo que vivir sufriendo con tal de alcanzar hasta el día de mi muerte el cielo, no es mi objetivo. Mas bien deseo aceptar el sufrimiento, que es parte de la vida, con paz y esforzarme por descubrir lo hermoso y bello que la vida me ofrece para disfrutar, a pesar de que haya algo que empañe a veces la completa felicidad. Ser consiente de que la felicidad y gozo pleno solo se alcanzara hasta llegar a la plena unión con Dios en el cielo, y vivir en esa esperanza es necesario. Me refiero a no dejar de vivir el presente por aferrarse a un futuro imaginario. Eso no es vivir conforme a la voluntad de Dios. En esa tentación cayó Miedosa, y por eso nunca pudo disfrutar su vida pasada, siempre aferrada a un futuro diferente. Cuantos hay que viven pensando: Cuando sea rico voy a hacer.. Cuando termine la carrera voy a lograr...Cuando me retire voy a...y se olvidan de hacer y lograr cada día lo que corresponde. El dar cada día el máximo esfuerzo, el pensar en cada día como si fuera el último  que tengo, me ayuda vivir mejor. Y aunque siempre me faltan cosas por hacer, quedo satisfecha por haber hecho lo mejor que pude. El resto se lo entrego a Dios cada día.

 (Mateo 6,26)
Miren las aves que vuelan por el aire: no siembran ni cosechan ni guardan la cosecha en graneros; sin embargo, el Padre de ustedes que está en el cielo les da de comer. ¡Y ustedes valen más que las aves! En todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora?
    "¿Y por qué se preocupan ustedes por la ropa? Fíjense cómo crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan.  Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como uno de ellos.  Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¡con mayor razón los vestirá a ustedes, gente falta de fe!  Así que no se preocupen, preguntándose: '¿Qué vamos a comer?' o '¿Qué vamos a beber?' o '¿Con qué vamos a vestirnos?'  Todas estas cosas son las que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que las necesitan. Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas.  No se preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día tiene bastante con sus propios problemas.
(Mt 6,10)
Padre nuestro que estás en el cielo,  santificado sea tu nombre. 
Venga tu reino. 
 Hágase tu voluntad en la tierra, 
así como se hace en el cielo.  Danos hoy el pan que necesitamos. Perdónanos el mal que hemos hecho, así como nosotros hemos perdonado 
a los que nos han hecho mal.  No nos expongas a la tentación,   sino líbranos del maligno.
Amén
Bendiciones
Ana María


1 comment:

  1. Aquí despierta Miedosa después de su sacrificio en el altar en haber entregado su amor humano, y despierta al cielo en medio de un desfiladero. Me pareció irónico pero a la
    misma vez muy simbólico. Ese brinco de confianza en el vacío la llevo a los manantiales de sanidad. Y que mas bello que se despertara allí a donde ella pudo lograr ese ultimo logro de total confianza y entrega a su voluntad.

    Me llega a la mente la oración de Santa Teresa de Ávila,

    NADA TE TURBE;
    NADA TE ESPANTE;
    TODO SE PASA;
    DIOS NO SE MUDA,
    LA PACIENCIA TODO LO ALCANZA
    QUIEN A DIOS TIENE,
    NADA LE FALTA.
    SOLO DIOS BASTA.

    Allí vive Miedosa esto completamente, solo Dios basta, con EL ella tiene todo. Y allí justo debajo del altar a donde entrego todo, esta el manantial de un río bello y cristalino. "Estaba en la misma fuente de la gran cascada." Y notamos que esta ella llena de un tremendo gozo y paz, sin preocupaciones, ni miedos, simplemente gozando el presente momento en toda su totalidad. Y como dijo Ana María pudiendo ESTAR en el ESTAR. Que libertad de ser!

    Miedosa se baña en este río y por fin nota que ya no tiene pies torcidos, ni boca torcida!
    El Pastor había mantenido su promesa, la trajo a los manantiales de sanidad! Y me deja ver que en nuestra entrega y abandonó en su voluntad también nosotros tomaremos de ese manantial de sanidad. Así como nos dice en Jer 17:7-8, "Pero bendito el hombre que confía en mi, que pone en mi su esperanza. Será cono un árbol plantado a la orilla de un río, que extiende sus raíces hacia la corriente y no teme cuando llegan los calores, pues su follaje esta siempre frondoso. En tiempo de sequía no se inquieta, y nunca deja de dar fruto."

    En otra ocasión podría parecer un desfiladero ser solitario y horrible, pero este es el lugar de su máxima entrega y que notamos que allí DIOS PROVEE DE TODO, "fresas, arañadnos y otras pequeñas bayas silvestres que crecían a montones. Tomo un puñado de estas frutas y las encontró tan refrescantes y alimenticias como nada que hubiera comido antes…Se sintió rodeada de una completa paz y una gran quietud interna y contentamiento acallo cada sentimiento de curiosidad, soledad y expectativa. De ninguna manera pensaba en el futuro. Era suficiente estar allí en ese tranquilo desfiladero, oculto en lo alto de las montañas, con el río de la vida fluyendo junto a ella, y descansar y recuperarse después del largo viaje.”

    Que lección la de este capitulo, es esa prueba que parece imposible sobre pasar donde Dios quiera que confiamos y es allí donde el provee para que podamos morir a nuestro egoísmo y es de allí adonde fluirá su gracia, es allí donde tomaremos de su agua viva.

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