REFLEXION
“El regalo mas bello EL PERDON”; Esta frase tan sencilla de la Madre Teresa de Calcuta, nos abre a una nueva posibilidad: lo mas bello que podemos ofrecer a los demás, es el perdón. Es fácil querer dar un regalo a quien nos corresponde con amor, pero aquí se trata de dar un regalo a quien nos ha ofendido, lastimado o despreciado; regalarle algo a nuestros enemigos es un acto heroico. Se trata de imitar a Dios haciéndonos misericordiosos, y para esto necesitamos la ayuda de su gracia; no podemos perdonar si no estamos llenos de su amor.
En este capítulo descubrimos una nueva actitud en Miedosa, ahora desconfía totalmente de sus enemigos y se da cuenta que su imaginación le hace crear consecuencias más terribles que los hechos reales. Con esta convicción ahora es capaz de lanzar piedras contra sus agresores y aunque no se ha liberado del miedo que la define con su propio nombre, es ahora capaz de buscar el Espíritu de Gracia que la conforta y da la fuerza para seguir perseverando en la lucha por alcanzar los lugares Altos, ya que ahora sabe que ningún camino es demasiado difícil con la ayuda de Dios.
En este capítulo descubrimos una nueva actitud en Miedosa, ahora desconfía totalmente de sus enemigos y se da cuenta que su imaginación le hace crear consecuencias más terribles que los hechos reales. Con esta convicción ahora es capaz de lanzar piedras contra sus agresores y aunque no se ha liberado del miedo que la define con su propio nombre, es ahora capaz de buscar el Espíritu de Gracia que la conforta y da la fuerza para seguir perseverando en la lucha por alcanzar los lugares Altos, ya que ahora sabe que ningún camino es demasiado difícil con la ayuda de Dios.
En el capitulo anterior, el Pastor le enseña a Miedosa que la primera
letra en el alfabeto del Amor es Aceptación (con gozo) y ella tendrá que
descubrir cual es la segunda. Ella descubre esta letra, cuando encuentra una
pequeña y frágil planta con una flor roja, que crecía en la grieta de una
piedra. Esta flor que Miedosa no conocía,
representa EL PERDON. Se llama también
pagando el costo, porque aquel que es víctima de los actos equivocados de
otros, paga el costo de sufrir por lo que otros le han hecho; ¡Pero el Amor le
ayuda a sobrevivir! El ejemplo de la flor, que aunque parece venir de una
planta débil, es una flor hermosa
en recompensa por su sufrimiento. Esta flor paga el costo con su propia
debilidad; no esta arraigada a la tierra, sino que tienen que crecer sus raíces
en el difícil terreno de una piedra.
La imagen de nuestro titulo de esta semana, representa el esfuerzo de
nuestra parte al ofrecer algo valioso a quien nos ofrece su oscuridad. El
ejemplo de la plantita enseña a Miedosa que a pesar de su difícil
condición de vida, ella es capaz de ofrecer a cambio una hermosa flor.
Solo podemos perdonar verdaderamente cuando nos sabemos
amados y perdonados por Dios, cuando hemos aceptado su perdón. Jesús nos enseña el
círculo del perdón en la oración del Padre nuestro: “Padre, perdona nuestras
ofensas, así como nosotros
perdonamos a los que nos ofenden”.
Yo perdono porque soy
perdonado y me siento perdonado porque perdono, es un circulo de amor que fluye
de Dios. El perdón que yo ofrezco comienza con mi voluntad y deseo de perdonar (color rojo), después en perseverar en ese deseo recibiendo la gracia y amor de Dios (color morado). Una vez lleno del amor de Dios puedo perdonar porque puedo comprender. Dios nos ama y comprende porque nos mira como niños pequeños. La inmadurez y rebeldía son parte del desarrollo del niño, y Dios, que nos ama incondicionalmente espera pacientemente nuestra transformación, mientras tanto nos va nos corrigiendo con amor. Los testimonios de conversión mas hermosos que he escuchado son de
personas que se han sabido perdonadas por Dios y en gratitud han ofrecido sus
vidas a Dios ayudando a reparar el error de muchos que han caído en el mismo error, compartiendoles su experiencia.
Recordemos cuando en nuestra infancia hicimos aquella cosa indebida y
nuestros padres o maestros nos encontraron en el acto o por alguna razón se
enteraron del hecho. Imaginemos que nos encontramos ahí mismo, enfrentando
nuestro error. ¿Cómo nos sentimos?, ¿Como actuaron los adultos que nos corrigieron? Si analizamos este ejemplo
y la explicación gráfica del método correctivo que describo a continuación,
comprenderemos muchas cosas.
La incomodidad que siente un niño al enfrentarse con la autoridad que le desenmascaró su pecado o error es inevitable. Es natural que el niño sienta vergüenza, rabia, culpabilidad, miedo al castigo, etc. Al confrontar algunos ninos la
salida mas fácil es la mentira, la negación del acto, para otros es el llanto y la
evasión, para otros el desafío de mostrar indiferencia o para otros el
arrepentimiento y deseo de reparación. A fin de cuentas los niños no son
totalmente responsables de sus actos, son inocentes porque no han madurado en
el dominio propio o en discernimiento. Se dejan llevar por la ignorancia o el
impulso del momento, cometiendo errores; de esta experiencia irán aprendiendo y
creciendo en madurez.
Los padres justos toman esto en cuenta para no dejarse llevar por la
ira ante la inmadurez del niño. Si
el niño, que esperaba una paliza o un grito, de pronto recibe comprensión y
tolerancia; si se le escucha y otorga el perdón, el niño se siente liberado y
feliz; en ese momento se le arranca el peso de la culpa. Puede ser que el niño no aprenda la
lección del perdón apropiadamente y minimice el daño causado, si no experimenta
una consecuencia de su pecado. Por eso es importante preguntarle; ¿Qué piensas
hacer para REPARAR el daño?
En el Evangelio recordamos a Zaqueo, el ladrón; Jesús entra en su casa para quedarse
con él (Lucas 19,1-10). El amor y aceptación de Jesús le llevan a tal
arrepentimiento y gratitud, que el mismo desea devolver 4 veces lo que había
robado y compartir la mitad de sus bienes con los pobres. El regalo del perdón de Dios lo lleva a querer reparar
voluntariamente el daño y lo hace con una actitud mas positiva que si se le
diera un castigo como consecuencia de su error.
En la siguiente grafica
del método correctivo podemos ver las consecuencias de un padre
autoritario (impositivo) que corrige castigando el error, y un padre comprensivo (mas tolerante) que perdona y corrige a su hijo motivandolo para reparar su error .
La diferencia entre estos dos métodos correctivos, es que uno recibió
el REGALO DEL PERDON, se sintió comprendido y amado; por tanto, la gratitud le lleva voluntariamente al
cambio, a no desear cometer el mismo error. Sin embargo, el castigo impuesto
genera un cambio también, que es el evitar el error por miedo al castigo.
El castigo, es un
escarmiento correctivo impuesto por la justicia que impone una pena. Por ejemplo: "Te vas a tu cuarto por el resto de la tarde por haber dicho malas palabras, no puedes interactuar con los demás con esa actitud". La
reparación en cambio, consiste en enmendar el error; compensando el mal, haciendo
un bien a cambio. Por ejemplo: "Vas a arrancar la mala hierba del jardín por haber dicho malas palabras, para aprender que debes arrancar de ti ese mal habito y así vivir en armonía con los demás". ¿Qué diferencia, no?
En el lado izquierdo vemos que de las dos maneras el padre pretende
corregir al niño para que no cometa mas ese error, una imponiéndole un castigo
que llamamos refuerzo negativo o aprendizaje forzado y la otra enseñándole a
reparar generando un bien del mal hecho. LA DIFERENCIA RADICA EN QUE ESTE NINO SE SABE PERDONADO!
CASTIGO=mal como consecuencia
de otro mal (Ley del Talión).
REPARACION=bien como
consecuencia de un mal (Ley del Amor).
Se generan sentimientos positivos al hacer el bien, y los frutos de la
reparación son alegría y satisfacción, mientras que el castigo puede generar la
amargura e ira como consecuencia del sufrimiento.
Jesús nos enseña: “Sed
misericordiosos como mi padre es misericordioso”. “A causa de nuestros pecados,
merecíamos el terrible castigo de Dios, igual que los demás. Pero Dios es tan
misericordioso y nos amó con un amor tan grande, que nos dio vida juntamente
con Cristo cuando todavía estábamos muertos a causa de nuestros pecados.”
(Efesios 2,4). Dios no toma en cuenta nuestras faltas, ni nos deja de amar por haber pecado, su único deseo es, que al sabernos amados, recibamos su perdón y aprendamos a perdonar y a amar como Jesus nos enseña.
Miedosa sabe ahora lo que tiene que hacer: “Soy tu pequeña esclava, -Pagando el costo-”. Por el odio de sus parientes, ella ha tenido que
sufrir, y no le enseñaron desde niña el perdón. Pero ahora, ella eleva una
oración de aceptación de perdonar, y al hacer esa ofrenda a Dios frente a la
flor, se desprende una piedra que aprisionaba las raíces de la plantita y le
cae a sus pies. Ese acto de amor voluntario a Dios, de querer perdonar, hace
mas libre a la planta; ¡Le quita un peso de encima! , ¡El perdón nos hace mas
libres para amar!
Si quieres recibir el regalo inmenso del PERDÓN de Dios, ofrece tus
pequeños regalitos de perdón a tus hermanos. Perdonar es una acto de nuestra
voluntad tan agradable a Dios, un regalo tan bello, que Dios derrama su gracia
para que podamos lograrlo si aceptamos su amor.
BENDICIONES!
Ana Maria
BENDICIONES!
Ana Maria
En este capítulo Miedosa le está tocando ascender el precipicio y lo que antes parecía tan espantoso ya no era más. Se sentía segura atada a sus dos compañeras subiendo ese resbalizó, estrecho y difícil escarpado (Se aplica al terreno que es difícil de atravesar por estar lleno de rocas, cortes y pendientes muy pronunciadas) . Y me encanto esto que pensaba," aunque no sabía como lograrían subir a la Montaña de la injuria; solo que allí debe haber algún otro camino que ellos iban a usar." Este pensamiento es de confianza y paciencia, ya SABÍA que en el apropiado tiempo el Pastor le mostraría el camino. Y seguía su ascenso y "Miedosa se sentía tremendamente aliviada al descubrir que no era demasiado difícil, ni siquiera en el paso a mitad del camino que de manera tan particular le señaló Malicioso."….."Por amarga experiencia sabia que las imágenes lanzadas a la pantalla de su imaginación serian mucho más inquietantes y terribles que los hechos reales." Y vi que había crecido en experiencia sabiendo que el miedo le hacía imaginar lo peor. Y pensaba cuantas veces antes de enfrentar alguna dificultad, prueba, decisión, etc. nos paralizamos ante el miedo de ver la magnitud de lo que tenemos que atravesar pero ya cuando lo hacemos no fue tan difícil? Y me vino a la mente este dicho que no podemos darle rienda a la loca de la casa, la imaginación, hay veces que verdaderamente nos hace ver las cosas desproporcionadas e irreales.
ReplyDeleteMiedosa y sus guías siguen el ascenso y encuentran la cueva del que el Pastor les prometió además de una diminuta cascada a donde pudieron ir a refrescarse. Y veía este versículo de la Biblia en este relato, que no hay prueba en que Dios no nos mande su gracia. "Hasta ahora, ustedes no tuvieron tentaciones que superen sus fuerzas humanas. Dios es fiel, y él no permitirá que sean tentados más allá de sus fuerzas. Al contrario, en el momento de la tentación, les dará el medio de librarse de ella, y los ayudará a soportarla." (1Cor 10:13) Este parte del capítulo me toco mucho porque veía la providencia de Dios, les daba el camino, el refugio en la cueva, la casada para refrescarse, y la gracia para soportar la prueba. Ojala que cuando estemos nosotros mismos en la prueba nos recordemos que Dios es un Dios que nos provee todo lo que necesitamos!
Vemos después que Miedosa encuentra creciendo solita en una grieta de una roca la flor del Perdón que en mi versión del libro se llama "Soportar con Amor". Y al haber leído esto así viví mi semana soportando todo con amor, cuando me encontraba con una aflicción me recordaba de la flor y que decía, "Mira ahora! no hay nada que se interponga entre mi Amor y mi corazón." Entonces veía que tenía dos opciones cuando me venían las contrariedades o quejarme y amárgame o soportar con amor y perdonar. Al tomar la segunda opción mi consuelo solo vendría de la verdadera fuente, EL AMOR. Y como dijo Ana María en el blog al ser la víctima por los actos equivocados de otros nos debilita. Pero si elegimos perdonar y sabernos perdonados y pagamos el costo del pecado de los demás y soporto con Amor aquella prueba( "porque cuando soy débil, entonces soy fuerte" (2 Cor 12.10)) es así que florece en mi la semilla del Amor, así El me transforma, así a través de las pruebas más escarpadas aprendo y sé que el único que verdaderamente provee por mí y me consuela mi corazón es EL!