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PIES DE CIERVAS EN LOS LUGARES ALTOS - Capitulo 5 - ENCUENTRO CON ORGULLO

 

CAPITULO 5

"El Orgullo"                                   
    
En este capitulo trataremos de desenmascarar al orgullo, nuestro peor enemigo,  que nos pretende apartar del plan de Dios que es alcanzar la  verdadera perfección humana. El orgullo es una tendencia natural de todo ser humano, y  nos atrae de una manera inexplicable, pero desafortunadamente  a veces se convierte en nuestro aliado llevándonos a la destrucción.

Miedosa viaja con sus compañeras Pena y Contrariedad, reconoce que las necesita y comienza a sentir la seguridad de apoyarse en ellas porque la sostienen con gran fuerza. Ella sabe que recorrer ese camino sola le sería imposible y humildemente se deja guiar. Esto nos deja ver la importancia de unirnos como hermanos cuando queremos crecer en nuestra vida espiritual. Necesitamos sujetarnos de la mano de personas que tengan mayor experiencia que nosotros y que nos ayuden con su discernimiento y orientación en el recorrido  del camino de la fe para que no tropecemos tanto. Los directores espirituales, que pueden ser sacerdotes, pastores o laicos, han recibido ese don de Dios para ejercer el ministerio como guías. Ciertamente todos los que estamos en búsqueda de la verdad en Dios, necesitamos del acompañamiento espiritual y una vez avanzados en el camino podremos servir de acompañantes de los principiantes o iniciados en el recorrido. En este caso, Pena y Contrariedad son los acompañantes y guías espirituales. Ellas caminan bajo la dirección espiritual del Pastor, quien lleva a Miedosa a mirarse a si misma y libremente elegir su propio camino.

Los parientes temerosos, llenos de envidia, ira y acedia buscaban destruir la alegría de Miedosa, y deseaban esclavizarla a toda costa. Sabían que ante la seducción irresistible del orgullo, ella podría caer, y envían a su pariente Orgulloso para seducirla, pretendiendo que engañada por el poder de su primo, ella regrese voluntariamente al “Valle de sombra de muerte”.

La astucia del mal es tan engañosa, que nos tiende trampas sin que nos demos cuenta; de ahí la importancia de vivir desconfiando de quien nos ha demostrado no tener una vida digna, ya sea que no de testimonio de virtudes o sea hipócrita. Es importante darnos cuenta con quien tratamos, en esto la Biblia nos advierte, “Miren que los envío como ovejas en medio de lobos; sean pues astutos como serpientes pero mansos como palomas” (Mt 10,16); es decir hay que reconocer al orgullo y sus mentiras con las que nos engaña, siendo astutos para no dejarnos embaucar en sus redes egoístas y siendo mansos como palomas, imitando la humildad de Cristo. La virtud de la humildad es la que nos hace saber quienes somos reconociendo nuestros dones, pero que no nos deja inflar  o engrandecer nuestras virtudes o talentos, sino exaltar y enaltecer al dador de todo, que es Dios.

  En esta historia sencilla, Hannah Hurnard nos describe como características del primo Orgulloso, las siguientes:

·      Seductor
·      Fuerte y poderoso
·      Atractivo y fascinante
·      Engatusador; manipulador y mentiroso
·      Perseverante; no se rinde ante la derrota
·      Inamovible en sus objetivos y propósitos
·      Jamás reconoce sus errores, derrotas o debilidades
·      Confía en si mismo; autosuficiente 
·      Obsesionado y seguro de obtener la victoria

·      Hipócrita; falsedad de sus palabras y acciones.

  La pobre Miedosa (que no es muy astuta), ignora la mala voluntad de su pariente Orgulloso y ante su ingenuidad, cree que es un encuentro casual. Ella, aunque no deseaba continuar la relación con sus parientes y quería apartarse del sufrimiento que le habían causado toda su vida, parece que todavía reconoce en ella un vínculo emocional con sus familiares. Ellos todavía tienen un poder sobre ella, porque forman parte de su historia; son parte del mundo que ella conoce, y esta ligada a ellos por sus tradiciones, experiencias y vivencias; es decir, como parte de la historia que conforma su vida, ellos son parte del nido donde se ha formado y de donde se ha alimentado. Aun siente que les debe algo porque todavía no tiene claro en su mente los límites que debió establecer con ellos; lo que debió aceptar y lo que debió rechazar para conservar su libertad y dignidad humana.

Pero aquí esta, frente a este primo a quien ella tanto admiró siempre por ser apuesto; mientras ella era fea, por ser seguro de si mismo; mientras ella era insegura, porque él era perseverante y astuto; mientras ella era dudosa y cobarde. Porque ella veía en su primo esa confianza en si mismo; mientras ella vivía llena de miedo, porque él se hacia reconocer como algo valioso ante los demás; mientras ella no se atrevía ni a levantar la mirada, llena de miedo e inseguridad.

Miedosa admiraba a Orgulloso y sentía por él una fascinación de la que no era muy consciente; y sin darse cuenta en el instante que le saluda, se siente halagada al conseguir por primera vez ser el foco de su atención, porque  el jamás le había dirigido la mirada. En ese momento no es consciente, ni quiere recordar el sentimiento de desprecio que siempre sintió de parte de Orgulloso. El sentirse en ese momento valorada por quien tanto la ha despreciado, le resulta como un alivio  a su falta de autoestima que la hace sentir bien.

Analicemos este sentimiento de Miedosa; de lo que se estaba alimentando era de amor propio; pero no de ese amor a si mismo que nos lleva a la virtud de sabernos valiosos porque somos el objeto del amor de Dios. El amor, que es sano, es el que nos hace reconocer que somos valiosos por ser hijos de Dios y a El le somos útiles y por eso le servimos. Pero en este caso, ella se siente valiosa porque otro ser humano la hace sentir así. Este es el error de Miedosa: ¡Creer que es importante porque Orgulloso le ha puesto atención! ¿Por qué se olvido de la lección que acababa de aprender? ¿Por qué se olvidó que saberse amada por el pastor le daba su valor y seguridad? ¿Por qué le dio poder a su primo?

Es que la inseguridad de Miedosa es su herida mas profunda; ya la ha hecho caer en la duda muchas veces y esta no es la excepción. Su trauma y complejo de inferioridad le han gritado en el interior desde muy pequeña:¡RECONOZCANME, DIGANME QUE VALGO! Ella no podía reconocerlo por si misma, y el reconocimiento humano en este momento parece que la satisface, porque es lo que ella siempre había anhelado.

Esta es la realidad de la mayoría de los hombres; se valoran a si mismos evaluandose con los estándares que marca el mundo. Reconocimientos intelectuales de títulos profesionales, diplomas, trofeos, etc. que llevan a la gente a vivir en COMPETENCIA, luchando por estudiar maestrías, doctorados, y buscando títulos que les den reconocimiento; buscando  la excelencia para ser admirados por los demás o para obtener poder, dinero, prestigio, etc.  Esta lucha social es propia de nuestra naturaleza ambiciosa, egoísta e insegura desde el principio de los tiempos.

Pero también debemos de reconocer que la búsqueda de la perfección es buena ya que nos lleva a desarrollar nuestro máximo potencial (“Sean perfectos como mi Padre es perfecto”, nos dice Jesús). El problema viene cuando nuestro objetivo es ganar reconocimiento o recompensa. La diferencia consiste en buscar la perfección humana con el objetivo de servir al prójimo y dejar en esta vida una huella permanente que haga de este mundo un mejor lugar, y dejar en los hombres un ejemplo a seguir, una inspiración o una esperanza. Cuando nuestra meta esta puesta en el AMOR y el SERVICIO al prójimo, hacemos lo que Jesús nos invita y llama a hacer:El que quiera ser el primero, que se haga el último y servidor de todos”. “El que quiera ganar su vida la perderá, pero el que pierda su vida por mi la ganará”.

  Que diferente es la búsqueda autosuficiente del hombre, cuando desarrolla sus talentos para sus propios intereses o para sobresalir y llenarse de poder, reconocimiento y admiración del mundo, y la búsqueda de la santidad que nos lleva a luchar con amor por los demás, mientras somos despreciados  o ignorados por el mundo. Estos últimos son los  bienaventurados (Mt 5).
     
“Por acedia del diablo entro el pecado en el mundo”; Satanás, envidia el amor y la alegría de Adán y Eva al vivir en la armonía y unión con Dios. Lleno de soberbia y odio quiere acabar con su alegría y destruir esa unidad perfecta de amor; y decide engañar, seducir y confundir a nuestros primeros padres. Ellos representan a cada uno de los hombres de toda la historia humana, que han recibido una conciencia.

El hombre impulsado por sus debilidades: la ambición, la desconfianza, la curiosidad, y deseo de independencia, cae en la tentación del orgullo y peca; destruyendo así, por su libre albedrío, la gracia y armonía en la que originalmente vivía.  Adán y Eva, al darse cuenta de su acto de rebeldía, y sabiendo que este acarrearía una consecuencia, se arrepienten. Sienten por primera vez miedo y vergüenza. Se saben culpables de haber elegido desobedecer la ley de Dios, pero a su vez son inmaduros de reconocer que merecen pagar la consecuencia de su error y quieren evitarlo. Tratan de evadir a Dios escondiéndose de su presencia y ocultándose bajo los arbustos; manifestando así su cobardía por el miedo al castigo, es decir, llenos de desconfianza se ocultan y a la misma vez la vergüenza los hace esconderse. Porque es entonces cuando han perdido la inocencia y se genera en ellos mismos la malicia. Por primera vez se reconocen desnudos y se saben vulnerables.

Cuando analizamos los comportamientos inmaduros del los niños que apenas comienzan a equivocarse y desobedecer, nos damos cuenta que Adán y Eva nos reflejan los comportamientos infantiles que todos tenemos. Nuestra respuesta ante situaciones diversas genera emociones naturales que no son ni buenas ni malas en su origen, como las de un niño pequeño.

La palabra emoción viene del verbo “mover”, lo que implica actuar. Todas las emociones son impulsos para actuar, a través de gestos, actitudes, palabras o acciones. Hay emociones asociadas a la moralidad: la empatía, la culpa, la vergüenza, el orgullo. Cuando un niño siente culpa o vergüenza por algo que hizo, esta emoción está disparada por aquellos pensamientos que le recuerdan esas reglas morales que en este caso, él no respetó. Tanto la culpa como la vergüenza son estados internos de incomodidad, fracaso o arrepentimiento cuando la conciencia nos revela que fallamos ante ciertos estándares morales, de la ley de Dios y de la verdad que nos revela Cristo.

  La vergüenza, así como el miedo y cualquier emoción, tiene un efecto saludable y otro contrario y destructivo. Una persona con una conciencia saludable, siente vergüenza cuando otros lo consideran poco digno,  o si esta expuesto en exceso o si pierde el control.

  Cuando alguien ha fallado a su conciencia cometiendo un acto impropio de pensamiento palabra u obra, esta emoción natural le lleva al arrepentimiento que es sano, y por tanto le impulsa al cambio o conversión hacia la rectitud moral y la verdad. En este caso la persona, aunque no desea ser expuesta delante de los hombres, asume su responsabilidad con humildad (El caso de la negación de Pedro).

La vergüenza  que es dañina resulta cuando ese error cometido le lleva a la culpabilidad que le condena, desanima y le hace esconder o huir. En este caso el orgullo le hace avergonzarse al grado que no es capaz de perdonarse a si mismo y se hunde en el abismo de su ego herido, olvidándose de la misericordia de Dios (el caso del suicidio de Judas).

Cuando se pierde la capacidad de sentir esa vergüenza sana que lleva al arrepentimiento y reparación del error, se manifiesta entonces un síntoma de enfermedad del alma, bien sea que ha caído en la indiferencia o se ha llenado de orgullo y soberbia. La vergüenza causada por el orgullo, es la que nos lleva a huir y es propia de los cobardes.

  Miedosa vivió siempre avergonzada de si misma, hundida en el abismo de su baja autoestima huyendo de los demás cobardemente. Orgulloso conoce las debilidades de Miedosa, porque el colaboró  para aplastarla  mientras ella vivía en el Valle. El sabe que la mas grande humillación de un cobarde es verse expuesto con su miseria ante la burla de los demás; por eso la desafía, burlándose, mintiéndole y confundiéndola en su búsqueda hacia los lugares altos. Orgulloso quiere atraparla recordándole sus imperfecciones y debilidades, acobardándola para huir antes de verse expuesta ante tal vergüenza delante de los hombres. Miedosa comete el error de escuchar la mentira insidiosa del orgullo: “El Pastor te abandonará y tu quedarás expuesta a una vergüenza constante”; esto la hizo entrar en un una lucha interna de dudas, debilitándole su confianza en el Pastor y llevándola a titubear en su decisión de ir en búsqueda del Reino del Amor.

Pero nuevamente cuando la verdad estaba por nublarse de su memoria, Miedosa RECUERDA EL AMOR antes de verse esclavizada de nuevo y el Pastor misericordioso la rescata.

 ESTA ES LA CLAVE DE LA LIBERTAD:

 ¡RECORDAR EL AMOR! 

¡Que maravillosa enseñanza Jesús, tu no viniste en vano al mundo! Tu misión fue recordarnos el Amor de Dios a través de toda tu vida aquí en la tierra y dejaste tu Espíritu Santo para recordarnos que tu Amor es quien sana, salva, libera y nos da la vida plena. Simplemente basta decirte ¡Ven Señor Jesús! Tu estas con nosotros siempre y nos prometes que el que confía en ti jamás será avergonzado. Nos recuerdas el amor a través de tu palabra, al comulgar tu cuerpo y sangre, al mirarte  en un pesebre o en la cruz o al verte resucitado.
Recordar el amor de Dios en cada instante, nos hace caminar el gozo y libertad, cuando reconocemos sus dones, cuando admiramos las maravillas que Dios creo para nosotros, cuando admiramos su grandeza. Que importante recordar siempre que somos hijos de Dios y herederos de su reino, pequeñitos y dependientes de su amor, pero seguros al caminar en la obediencia de su ley que nos guía en la verdad y la justicia. Esta verdad nos aleja del orgullo que pretende destruirnos, y nos evita tener que pasar por la vergüenza que ocasiona el pecado.

Miedosa aprendió que decidir sostenerse y apoyarse en sus guías Pena y Contrariedad en obediencia al Pastor, era su mejor elección.

1 comment:

  1. En este capítulo los parientes Temerosos tenían que "encontrar algunos medios para seducirla (Miedosa) y para que DEJARA AL PASTOR POR SU PROPIA VOLUNTAD. Como lograrían esto?" Y el recurso final que encontraron para hacer esto era mandar al primo Orgullo. Al leer esto me sentí como el bombero cuando suena la alarma que hay un fuego, vi el tremendo daño que el orgullo tiene sobre el alma, porque el alma que se deja encadenar por el orgullo entonces escoge con su propia voluntad alejarse de Dios. Al seguir leyendo me dio un tremendo asco al ver la manera como Orgullo seduce a Miedosa con su manera sutil y atrayente, maliciosa y engañosa, manipuladora y pegante. Y vi como Miedosa cae en su trampa por el solo hecho que este primo que es joven, guapo, astuto, popular, exitoso, y admirado entre los parientes Temerosos le hablo y la noto, no la rechazo y desprecio como en veces anteriores.

    Y pensé en los grupos que se forman en los trabajos o los colegios, como el grupo de los de los deportistas, los músicos, los populares, los inteligentes, los rebeldes, los guapos, los feos, en fin tantos diversos grupos en que cada individual pueda encajar. Y miraba la naturaleza humana de nuestros adolescentes y de nosotros adultos con tantos complejos y inseguridades, y me preguntaba si fuéramos rechazados por alguna persona o grupo y de repente nos acogerían nos venderíamos momentáneamente como lo hizo Miedosa? Cuanto necesidad había de ser aceptados, de no ser señalado como diferente, de no estar solos y excluidos? Y veía porque el orgullo sedujo tan fácil a Miedosa con el solo hecho de notarla y aceptarla. El hombre tiene una necesidad intrínseca de sentirse valioso y amado. Y leyendo el Blog me ayudo a entender mejor este juego de seducción del orgullo para separarnos de Dios y que lo UNICO que puede llenar al hombre es Dios con su AMOR. Y la necesidad de ser astutos y reconocer las herramientas que usa el diablo para engañarnos. También reconocí la humildad como nuestro antibiótico contra el orgullo. Y si en cambio escogíamos las herramientas del orgullo, de querer ser más exitoso, más admirado, más poderoso, de querer ser mas en lo que fuera era querer ser como Dios. Y al escoger esto yo también caería en el mismo pecado de Eva de no aceptar la voluntad de Dios, de no aceptar que como soy, SOY VALIOSA Y SOY SU HIJA AMADA. Que importante es confiar en sus designios y saber que este Padre que me creo y me ama mueve tierra y cielo para que yo logre vivir una vida plenamente feliz.

    Pero Miedosa no confiaba, se sentía avergonzada de su persona, despreciando y rebelándose de la obra y el propósito en que Dios la había creado, y todavía no aceptaba que aunque fuera fea y coja así era valiosa para Dios. Y que Dios en su infinita sabiduría y amor la creo así porque eso era su propósito y así le podía servir. Y hoy cuando me toco ir a ver tocar la orquestra de mi hijo vi varios instrumentos; violines, flautas, saxofones, trompetas, clarinetes, tambores, etc. gozaba escuchando el concierto y de pronto se oyó el claro y penetrante sonido de los platillos, no podía ver quien lo tocaba pero su sonido resonó bellísimo. Y aunque no era notable el que toco los platillos y solo toco una vez, el sonido que produjo completaba bellamente la melodía de esa obra. Y así aunque no tengamos una belleza atrayente, o un físico deseable, o un talento que sobresale, o seamos deformes, simplemente como somos, así SOMOS VALIOSOS. Y si aceptamos esto y buscamos la perfección de amar y servir como Cristo entonces nuestro corazón podrá vibrar y ser parte del concierto mas grande, LA MELODIA DEL AMOR!!!! Y ya no tendríamos mas vergüenza porque aceptaríamos la voluntad de Dios en cómo me hizo, para que me hizo y porque me hizo ES TODO PARA BIEN…..Porque? Porque me ama!
    Y recordemos su Amor y sus promesas:
    DIOS ES AMOR, 1 Jn. 4, 8 y DIOS ES FIEL, 1 Cor 10:13

    ¿PODRÍA UNA MADRE OLVIDARSE DEL HIJO DE SUS ENTRAÑAS?PUES YO NUNCA ME PODRÉ OLVIDAR, Is. 49,15.

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